lunes, 14 de marzo de 2011

Explosión tras falla en tercer reactor de planta Fukushima deja 11 heridos


Estallido se produjo por combustión de hidrógeno y no generó daños en el reactor. El gobierno descartó una "fuga masiva" de radiactividad.

"Esto es totalmente diferente a Chernobyl", aseguró ayer el primer ministro japonés, Naoto Kan, tratando de tranquilizar en algo a la población. Mientras el gobierno nipón y la compañía Tokyo Electric Power (Tepco) continuaban tratando de impedir que se produzca una fusión total en una de las dos plantas de la prefectura de Fukushima, dañadas tras el terremoto de 8,9 grados Richter, otras dos centrales nucleares presentaron ayer problemas. Se trata de las de Onagawa, la más cercana al epicentro, y la de Tokai, a 120 kilómetros de Tokio.

En Fukushima, la situación seguía siendo crítica. Once personas resultaron heridas la mañana del lunes en una explosión por combustión de hidrógeno en el tercer reactor. El ministro portavoz, Yukio Edano, aseguró que el recipiente primario de contención está intacto y que a las 11.36 hora local (02.36 GMT), media hora después de la explosión, el nivel de radiactividad a cinco kilómetros del lugar era similar a la de ayer, por lo que descartó "una fuga masiva".

Con anterioridad, Tokyo Electric Power había informado que estaba bombeando agua de mar para refrigerar este tercer reactor de la central. Con este, suman tres los reactores con problemas de los cuatro que tiene el complejo, luego que el sábado explotara el edificio que aloja al reactor número 1. La compañía, además, intentaba controlar la situación bombeando agua marina a los reactores 1 y 3 para enfriarlos y reducir la presión dentro de las vasijas del reactor. Lo que urge a las autoridades y a la empresa, mientras intentan enfriarlo, es evitar una fuga descontrolada como la de Chernobyl (Ucrania), en 1986.

Una fusión total, con la paralización de los sistemas de la planta y de su capacidad de controlar la temperatura, podría liberar uranio y otras peligrosas sustancias contaminantes en el aire, con graves riesgos para la salud.

"Se ha liberado radiación al aire, pero no hay ningún dato que apunte a que se haya liberado una gran cantidad", aseguró el premier Naoto Kan. "Estamos trabajando para impedir que los daños se extiendan", agregó.

Según los primeros estudios en terreno e informados ayer a la prensa, unas 160 personas habrían estado expuestas a la radiación en Fukushima.

El vocero de la Agencia Nacional de Seguridad Nuclear de Japón, Ryo Miyake, detalló que entre los individuos habría 60 ancianos pacientes de un asilo, además de los empleados del lugar. Todos fueron llevados a hospitales y anoche se desconocía la gravedad de su exposición.

La radiación detectada en Fukushima alcanzaba ayer los 882 microsieverts por hora, superior al nivel permitido, que es de 500 microsieverts. La compañía eléctrica aseguró, eso sí, que estos niveles no suponen una amenaza inmediata a la salud humana.

Una exposición severa a la radiación puede causar daño a los tejidos de los órganos. Además, aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer, tumores o daños genéticos. Provoca síntomas como náuseas, vómitos, pérdida de cabello, y la muerte en el 50% de los casos. También se anunció que la segunda central de la ciudad, Fukushima II, tiene tres reactores afectados, aunque en menor gravedad que los de Fukushima I, y que la situación está controlada.

Otras plantas en la mira

Los problemas en otras centrales nucleares seguían sucediendo, en menor grado a lo que se vive en Fukushima. "Se ha declarado una alerta como consecuencia de lecturas de radiactividad por encima de los niveles permitidos en el área que rodea a la planta de Onagawa. Estamos investigando la fuente de la radiación", informó la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón.

En Tokai, uno de los sistemas de bombeo del circuito de refrigeración de la central no funcionaba, pero bombas auxiliares enfriaban el reactor.

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